miércoles, 9 de enero de 2013

Si las tengo, siempre las tuve...ahora son correctas

Antes de juzgar piensa.
Hay personas que intentan imponer sus propias prioridades a los demás, creyendo que las suyas son las correctas, y no se dan cuenta que nadie tiene la verdad absoluta.
Las prioridades de las personas cambian a lo largo de los años, debido a sus circunstancias, hoy tu prioridad puede ser el trabajo pero mañana puede ser tu hijo.

He tenido diversas prioridades en la vida, han ido cambiando según han ido ocurriendo adversidades.
De las primeras prioridades que recuerdo, fue la de contentar a mi padre, ser quien el quería que yo fuera, hacer lo que él me permitía, no rechistar, portarme bien, hasta el punto de estudiar lo que él creía que se me iba a dar bien y con lo que me iba a ir bien.  

Después de ser una hija buena, cansada ya, me enamoré, y mi prioridad fue él y después otro él...pero siempre fue él, he dejado de hacer cosas, me he perdido aficiones, por estar cerca de ellos, hasta el punto de mal vivir por no separarme de su vida, que ya no era mía. Sacrifiqué gustos, trabajos, amigos, e incluso familia, para estar junto a él, y después él. Fueron dos, sí, pero los dos me absorbieron del mismo modo.

Cansada también de centrarme en mis enamoramientos, por fin, me estoy concentrando en encontrar cual es realmente la vida que quiero llevar, en que quiero trabajar, que quiero conocer, que deseo formar, donde gastar mi tiempo libre y mi dinero, ... Así que puse patas arriba mis prioridades, les di la vuelta, y mi primera prioridad soy yo.

Voy a conocerme a mi misma, comprarme lo que me guste, leer lo que me apetezca, comer siempre que me plazca, ver y hablar con quienes tengo ganas, sonreír si es así como lo siento, en definitiva voy a buscarme, cuando me encuentre ya veré que hago.

Por lo que, no critiquen mis prioridades, no crean que no existen, es que por una vez en  27 años, las tengo en perfecto orden.


No hay comentarios:

Publicar un comentario