domingo, 1 de junio de 2014

Cada despedida me afecta, y las personas no lo comprenden. Cada persona que pasa por mi vida es importante, por muy poco que aporte en ella, existe y hay que agradecer su encuentro.
Así que cuando sé que una más se pierde, se va, desaparece, entro en una profunda melancolía, de la que a veces es difícil escapar.
Cada persona aporta algo en tu vida, ya sea mínimo o inmenso, bueno o malo, sólo sexo, o el amor más profundo. Por ello, cada persona es imprescindible, forma parte de lo que tú eres, en lo que tú te has convertido.
Así que cada despedida me entristece, cada vez más, porque es una despedida más...