viernes, 9 de noviembre de 2012

Malas noticias

Jugando en el campo de su abuela, Eva se divertía con su hermana y su prima, como si fuera un sábado cualquiera, corría, reía. Estaba escondida esperando que Lucía la encontrara, y de pronto escuchó un ruido, no sabía al principio que era, pero luego lo reconoció. Y salió corriendo a saludar.
¡Cuando salió del escondrijo, pudo ver, que quien venía era toda la familia! ¡Qué alegría!
Cuando se bajaron de los coches, no daba la impresión de que se alegraran de estar allí. Se sentaron en un banco de piedra, que se encontraba en un rincón del jardín. Llamaron a las niñas, y las sentaron en sus regazos, Eva, la más pequeña quiso sentarse encima de su hermana Lorena.
Algo malo habían hecho, las iban a castigar, a lo mejor se habían enterado que habíamos arrancado unas flores del campo.
- Eva, Lucía, Inma, tenemos algo que deciros- empezó a hablar una de sus tías - Ante todo no os pongáis tristes, todo irá bien. Vuestra mamá, sabíais que estaba malita, ¿verdad?, pues anoche se puso muy muy malita - todos empezaron a llorar, menos ella- y ya no va a sufrir más, se ha ido al cielo-
- ¡¡¡Mentira!!! ¡¡¡Esto no tiene gracia!!! ¡¡¡Ahora va a venir con papá!!! - Empezó a gritar Eva muy furiosa, sin entender nada. - Mirad! veis! ¡Ahí está con papá! -
- Eva, corazón, ¿cómo te voy a engañar? No te preocupes, estaremos bien, ella está bien - sollozaba Lorena, desesperada. La intentó abrazar pero Eva se escapó corriendo al coche de su padre.
Su padre salió del coche, y ella se quedó mirando al coche, - mamá sal, por favor, mamá sal - Pero solo salió su padre y corrió a él a llorar, como nunca antes lo había hecho.