Mi infancia se divide en dos periodos. Uno oscuro, olvidado, recordado como algo que realmente no he vivido, momentos que vivió otro yo, tan distinto a mí que ni si quiere me reconozco a mi misma. El otro periodo está entero en mi memoria, tiene sus agujeros, pero lo principal lo recuerdo.
¿Cómo he podido dividir la infancia? Un tiempo tan corto, para algunos tan feliz, tan completo entero...yo lo tuve que dividir.
Por ti, tu cambiaste mi mundo, mi niñez, mi inocencia.
Tú devolviste mi felicidad, la hiciste posible.
Me convertí en cómplice.
Te cuidé, te enseñé, te mimé.
Pero tú me enseñaste, me cuidaste y me mimaste a tu manera, sin ser consciente de ello.
Me hiciste importante, esencial, o por lo menos así me lo hiciste sentir.
Hace poco leí en un libro, que hay personas que marcan tu existencia, que cambian tu destino, con las que existe un vínculo especial, una sintonía distinta, tú eres esa persona para mí.
Gracias por hacer posible muchas cosas de las que soy capaz ahora, por ser mi amiga, mi compañera, mi cómplice, mi pegatina, mi pilar, mi hermana.
¡¡¡FELICIDADES!!!!
jueves, 24 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
Día de la madre
Se acercaba el día de la madre, y la señorita Alicia explicó a su clase lo que iban a hacer de regalo para todas las madres. Alicia era una profesora joven, llevaba sólo un par de años dando clase, toda ella era ternura, trataba a sus alumnos tal como se merecían, con amor, pero en especial a Eva, ella era su favorita, nunca se sabrá si por la situación delicada de la niña, o porque realmente Eva tenía algo especial para ella.
Iban a hacer una cartulina, e iban a colorear en ella una rosa, cada alumno del color que quisieran, y luego para enseñar que ya sabían leer y escribir, les pondrían a sus madres un mensaje,"Felicidades Mamá, Te quiero". Al terminar la explicación, Alicia preguntó si alguien tenía alguna duda. Eva, tímida, levantó la mano, la señorita le doy permiso para hablar, y la niña preguntó:
" No tengo mamá, no puedo hacerlo". - Alicia se acercó y se agachó: "Seguro que tienes a una persona muy especial, que quieres mucho, y que te hace muy feliz a la que le gustaría hacerle un regalo bonito" - Eva sonrió, "sí, mi hermana mayor".
Cuando llegó el día, Eva le dio su regalo a Lorena, ella lo recibió con alegría simulada, no podía demostrar su verdadera tristeza a la pequeña, que lo había hecho de corazón. No nos confundamos, era tremendamente feliz de ser la elegida para ese papel importante, que nunca dejaría de serlo desde entonces.
Iban a hacer una cartulina, e iban a colorear en ella una rosa, cada alumno del color que quisieran, y luego para enseñar que ya sabían leer y escribir, les pondrían a sus madres un mensaje,"Felicidades Mamá, Te quiero". Al terminar la explicación, Alicia preguntó si alguien tenía alguna duda. Eva, tímida, levantó la mano, la señorita le doy permiso para hablar, y la niña preguntó:
" No tengo mamá, no puedo hacerlo". - Alicia se acercó y se agachó: "Seguro que tienes a una persona muy especial, que quieres mucho, y que te hace muy feliz a la que le gustaría hacerle un regalo bonito" - Eva sonrió, "sí, mi hermana mayor".
miércoles, 9 de enero de 2013
Si las tengo, siempre las tuve...ahora son correctas
Antes de juzgar piensa.
Hay personas que intentan imponer sus propias prioridades a los demás, creyendo que las suyas son las correctas, y no se dan cuenta que nadie tiene la verdad absoluta.
Las prioridades de las personas cambian a lo largo de los años, debido a sus circunstancias, hoy tu prioridad puede ser el trabajo pero mañana puede ser tu hijo.
He tenido diversas prioridades en la vida, han ido cambiando según han ido ocurriendo adversidades.
De las primeras prioridades que recuerdo, fue la de contentar a mi padre, ser quien el quería que yo fuera, hacer lo que él me permitía, no rechistar, portarme bien, hasta el punto de estudiar lo que él creía que se me iba a dar bien y con lo que me iba a ir bien.
Después de ser una hija buena, cansada ya, me enamoré, y mi prioridad fue él y después otro él...pero siempre fue él, he dejado de hacer cosas, me he perdido aficiones, por estar cerca de ellos, hasta el punto de mal vivir por no separarme de su vida, que ya no era mía. Sacrifiqué gustos, trabajos, amigos, e incluso familia, para estar junto a él, y después él. Fueron dos, sí, pero los dos me absorbieron del mismo modo.
Cansada también de centrarme en mis enamoramientos, por fin, me estoy concentrando en encontrar cual es realmente la vida que quiero llevar, en que quiero trabajar, que quiero conocer, que deseo formar, donde gastar mi tiempo libre y mi dinero, ... Así que puse patas arriba mis prioridades, les di la vuelta, y mi primera prioridad soy yo.
Voy a conocerme a mi misma, comprarme lo que me guste, leer lo que me apetezca, comer siempre que me plazca, ver y hablar con quienes tengo ganas, sonreír si es así como lo siento, en definitiva voy a buscarme, cuando me encuentre ya veré que hago.
Por lo que, no critiquen mis prioridades, no crean que no existen, es que por una vez en 27 años, las tengo en perfecto orden.
Hay personas que intentan imponer sus propias prioridades a los demás, creyendo que las suyas son las correctas, y no se dan cuenta que nadie tiene la verdad absoluta.
Las prioridades de las personas cambian a lo largo de los años, debido a sus circunstancias, hoy tu prioridad puede ser el trabajo pero mañana puede ser tu hijo.
He tenido diversas prioridades en la vida, han ido cambiando según han ido ocurriendo adversidades.
De las primeras prioridades que recuerdo, fue la de contentar a mi padre, ser quien el quería que yo fuera, hacer lo que él me permitía, no rechistar, portarme bien, hasta el punto de estudiar lo que él creía que se me iba a dar bien y con lo que me iba a ir bien.
Después de ser una hija buena, cansada ya, me enamoré, y mi prioridad fue él y después otro él...pero siempre fue él, he dejado de hacer cosas, me he perdido aficiones, por estar cerca de ellos, hasta el punto de mal vivir por no separarme de su vida, que ya no era mía. Sacrifiqué gustos, trabajos, amigos, e incluso familia, para estar junto a él, y después él. Fueron dos, sí, pero los dos me absorbieron del mismo modo.
Cansada también de centrarme en mis enamoramientos, por fin, me estoy concentrando en encontrar cual es realmente la vida que quiero llevar, en que quiero trabajar, que quiero conocer, que deseo formar, donde gastar mi tiempo libre y mi dinero, ... Así que puse patas arriba mis prioridades, les di la vuelta, y mi primera prioridad soy yo.
Voy a conocerme a mi misma, comprarme lo que me guste, leer lo que me apetezca, comer siempre que me plazca, ver y hablar con quienes tengo ganas, sonreír si es así como lo siento, en definitiva voy a buscarme, cuando me encuentre ya veré que hago.
Por lo que, no critiquen mis prioridades, no crean que no existen, es que por una vez en 27 años, las tengo en perfecto orden.
martes, 8 de enero de 2013
Própositos de año nuevo...
Cuando comienza un nuevo año, todo el mundo se hace propósitos, hacer ejercicio, cambiar de trabajo, dejar a mi pareja, viajar, etc.
Mis propósitos no son diferentes a los de hace unos meses, porque mi año, mi nueva comenzó hace ya medio año...
Este año lo estoy dedicando a la búsqueda de mi misma.
Empezando por encontrar ya no un trabajo, sino una idea, un proyecto con lo que pudiera ganarme la vida, independizarme, y a la vez ser feliz. Es lo más difícil que me he propuesto nunca, pero no paro de pensar en algo que me haga feliz, y sea capaz de sacar beneficios de eso.
Llevo unas semanas buscando también un hobby algo con lo que distraerme, instruirme, divertirme, hacer algo que me guste y sepa hacer, quizás tocar la guitarra, volver a bailar, ... no sé.
Buscar espacio para mí, para pensar, para conocerme. Llevo toda una vida pensando en lo que los demás esperan que haga, que sienta, o que sea, ya es hora de hacer lo que yo quiero ser.
Descubrir cual es mi papel, cual es mi sitio, en la familia, tanto con mi padre, mis hermanas como con mis amigos, no me siento un pilar fundamental en ninguno de ellos, soy prescindible, porque yo lo creo así pero eso tiene que cambiar, todos somos importantes, ¿por qué no serlo yo también?
Encontrar el amor, el amor de alguien que me merezca pero que yo también me lo merezca. Dejar de conformarme, porque eso ya he comprobado que no me hace feliz, y no los he hecho felices a ellos tampoco, no de la manera que tenemos que serlo.
Para ello, voy a sonreir solo de verdad, diré lo que sienta, y haré lo que me apetezca.
A final de año, quiero haber conseguido alguna de estas cosas, si no es así, es que algo no habré hecho bien. Es una tarea difícil y en muchas de ellas, no sé ni cual es el camino para llegar. Pero por lo menos, lo voy a intentar, y quien sabe, a lo mejor cuando lea esto en un año, me doy cuenta que algo he conseguido.
Mis propósitos no son diferentes a los de hace unos meses, porque mi año, mi nueva comenzó hace ya medio año...
Este año lo estoy dedicando a la búsqueda de mi misma.
Empezando por encontrar ya no un trabajo, sino una idea, un proyecto con lo que pudiera ganarme la vida, independizarme, y a la vez ser feliz. Es lo más difícil que me he propuesto nunca, pero no paro de pensar en algo que me haga feliz, y sea capaz de sacar beneficios de eso.
Llevo unas semanas buscando también un hobby algo con lo que distraerme, instruirme, divertirme, hacer algo que me guste y sepa hacer, quizás tocar la guitarra, volver a bailar, ... no sé.
Buscar espacio para mí, para pensar, para conocerme. Llevo toda una vida pensando en lo que los demás esperan que haga, que sienta, o que sea, ya es hora de hacer lo que yo quiero ser.
Descubrir cual es mi papel, cual es mi sitio, en la familia, tanto con mi padre, mis hermanas como con mis amigos, no me siento un pilar fundamental en ninguno de ellos, soy prescindible, porque yo lo creo así pero eso tiene que cambiar, todos somos importantes, ¿por qué no serlo yo también?
Encontrar el amor, el amor de alguien que me merezca pero que yo también me lo merezca. Dejar de conformarme, porque eso ya he comprobado que no me hace feliz, y no los he hecho felices a ellos tampoco, no de la manera que tenemos que serlo.
Para ello, voy a sonreir solo de verdad, diré lo que sienta, y haré lo que me apetezca.
A final de año, quiero haber conseguido alguna de estas cosas, si no es así, es que algo no habré hecho bien. Es una tarea difícil y en muchas de ellas, no sé ni cual es el camino para llegar. Pero por lo menos, lo voy a intentar, y quien sabe, a lo mejor cuando lea esto en un año, me doy cuenta que algo he conseguido.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Ve siempre con la verdad.
Desde mi infancia, me ha rodeado la mentira. Hay muchos tipos de mentira, según la intención y la persona que la realiza, y a quien se le ha hecho la mentira.
Desde pequeños nos están contando cuentos para que nos portemos bien como la historia del coco. También nos contaron otras para que tuviéramos ilusión, para tener unas creencias, como los Reyes Magos, y otras para evitar que nos asustáramos con los cambios, como el Ratón Pérez. Estas mentiras, en cierto modo son buenas, hacen que seamos felices, que superemos problemas, que tengamos imaginación, y que podamos ser niños sin preocupaciones durante más tiempo.
La mentira más grande de mi niñez fue cuando mi madre murió y me dijeron que estaba en el cielo, ahí perdí mi infancia, porque no me lo tragué, sino porqué todos iban a estar tristes, si era algo bueno.
Luego a medida que vamos creciendo nos van contando otras, que dependiendo de las vivencias de cada uno estarán referidas a unos u otros aspectos de la vida.
Las mías han sido siempre, con referencia las que me contaba mi padre, sobre enfermedades y muerte, siempre quiso protegerme del dolor de alguna pérdida. No se lo reprocho. Hay mentiras que están hechas con buenas intenciones, las que hacen que nos protejan.
Hay algunas que pueden ser pequeñas sin intención ninguna, simplemente querer que no te juzguen, o no te hagan más preguntas incómodas, o que no quieres contestar. Aquí están las que decimos una cosa sintiendo otra, cuando no quieres hacer algo, o no quieres ver a alguien, o para que no te castiguen (cuando eres adolescente), o no te sermoneen (cuando has hecho algo que no deberías haber hecho).
De todas éstas anteriores, nadie se salva, todos hemos mentido alguna vez de este modo.
Y en el último grupo, son las más extensas, las que más perjudican, las que por suerte no las llevan a cabo todos, aunque hay algunos que nada más que se dedican a esto.
Hacer daño. Están por todas partes, en la familia, en la amistad, en el amor, aunque todo ello al final, si está basado nada más que en mentiras y en puñaladas, dejan de existir.
Aquí también hay dos maneras de mentir.
Cuando mientes porque has hecho algo mal, y si se lo cuentas a la persona que quieres la vas a herir, pero sobretodo la vas a alejar de ti. Entonces, no es por amor, es por egoísmo. Aquí entra la infidelidad de cualquier tipo, porque aunque solo nos importe muchas veces si tal persona que quieres se está acostando con otra, hay muchos tipos de infidelidades, y todas duelen igual.
Luego, está la mentira pura y dura, inventarte una historia para hacer daño directamente, a personas que supuestamente quieres, esas son las peores, porque no están hechas para proteger una relación, no están hechas para protegerte a ti mismo, sino simplemente para crear dolor.
¿qué ganan las personas que mienten?¿qué buscan?¿qué pretenden?¿Creen que contando una historia falsa, la otra persona la va a querer más? Para mentir, hay que saber, pero saber mentir, saber actuar, pero no saben querer, por lo que no se dan cuenta de que una mentira al final siempre se sabe, aunque pase el tiempo, y no tendrán a su lado a aquellas personas que quisieron conquistar, que quisieron atrapar, a base de mentiras.
Siempre he pensado, que aunque duela, aunque te cueste trabajo convencer al otro de lo que te apetece, aunque te avergüences de lo sientes, siempre es mejor decir la verdad. Con la sinceridad nunca estarás solo, y los que te rodearán nunca desconfiarán de ti. Y eso es lo mejor que te puede pasar. Ve siempre con la verdad, siempre.
sábado, 8 de diciembre de 2012
Carta a los Reyes Magos...
Queridos Reyes Magos,
Hace tiempo que no sabéis de mí, creí que no iba a hacer falta escribiros más porque sabíais lo que quería para todos los años, pero parece que se os ha olvidado, no pasa nada, tenéis mucho por lo que preocuparos.
No pido muchas cosas, solo cosas que creo que deberíamos tener todos.
Quiero que las personas sean más humildes, perdonen los fallos de los demás, porque todos tenemos los nuestros. Deseo que la humanidad mire por todos sus miembros, y no solo por aquellos que lo tienen más fácil, de hecho, debería mirar más por aquellos que lo tienen mucho más difícil. Ansío que seamos capaces de ponernos en zapatos ajenos, para saber que los nuestros no duelen tanto. Las personas prefieren criticar lo desconocido, que aprender y absorber todo lo bueno que puede traer con ello.
Nunca he creído que nadie sea lo suficientemente humilde y capaz de organizar al mundo sin ser corrompido por el poder, pero después de todos los errores que hemos cometido como sociedad política, ya hemos tocado fondo varias veces, ahora solo queda que lo próximo sea lo mejor que podamos tener y de una vez por todas aprendamos algo de nuestra historia y no se nos olvide. Aunque el cambio no llegue mañana cuando nos levantemos, va a llegar, de eso estoy segura. Así que deseo que esa persona, ese grupo de personas, esos líderes, lleguen lo antes posible.
Nada es permanente, siempre dicen que las cosas pueden ir a mejor cuando estamos mal, por ello digo ahora, que deseo que los ricos, los que más tienen, sean capaces de sentir empatía por aquellos que no tienen, porque algún día, aunque ahora no lo vean posible, puede que ellos tengan problemas en el futuro, ya que aunque nos de miedo pensarlo, las cosas pueden ir a peor también, y no se libran ni los ricos, hay obstáculos que no se quitan con el dinero. Así que deseo que los ricos y poderosos dejen de mirarse el ombligo y echen un vistazo a su alrededor.
En general, hace falta empatía, humildad, y generosidad, ni más dinero, ni ajustes, ni nuevas leyes, cuando haya calidad humana, habrá calidad económica.
No pido nada para mí, si se solucionan de manera global, se arreglarán los míos también. Es suficiente.
Hace tiempo que no sabéis de mí, creí que no iba a hacer falta escribiros más porque sabíais lo que quería para todos los años, pero parece que se os ha olvidado, no pasa nada, tenéis mucho por lo que preocuparos.
No pido muchas cosas, solo cosas que creo que deberíamos tener todos.
Quiero que las personas sean más humildes, perdonen los fallos de los demás, porque todos tenemos los nuestros. Deseo que la humanidad mire por todos sus miembros, y no solo por aquellos que lo tienen más fácil, de hecho, debería mirar más por aquellos que lo tienen mucho más difícil. Ansío que seamos capaces de ponernos en zapatos ajenos, para saber que los nuestros no duelen tanto. Las personas prefieren criticar lo desconocido, que aprender y absorber todo lo bueno que puede traer con ello.
Nunca he creído que nadie sea lo suficientemente humilde y capaz de organizar al mundo sin ser corrompido por el poder, pero después de todos los errores que hemos cometido como sociedad política, ya hemos tocado fondo varias veces, ahora solo queda que lo próximo sea lo mejor que podamos tener y de una vez por todas aprendamos algo de nuestra historia y no se nos olvide. Aunque el cambio no llegue mañana cuando nos levantemos, va a llegar, de eso estoy segura. Así que deseo que esa persona, ese grupo de personas, esos líderes, lleguen lo antes posible.
Nada es permanente, siempre dicen que las cosas pueden ir a mejor cuando estamos mal, por ello digo ahora, que deseo que los ricos, los que más tienen, sean capaces de sentir empatía por aquellos que no tienen, porque algún día, aunque ahora no lo vean posible, puede que ellos tengan problemas en el futuro, ya que aunque nos de miedo pensarlo, las cosas pueden ir a peor también, y no se libran ni los ricos, hay obstáculos que no se quitan con el dinero. Así que deseo que los ricos y poderosos dejen de mirarse el ombligo y echen un vistazo a su alrededor.
En general, hace falta empatía, humildad, y generosidad, ni más dinero, ni ajustes, ni nuevas leyes, cuando haya calidad humana, habrá calidad económica.
No pido nada para mí, si se solucionan de manera global, se arreglarán los míos también. Es suficiente.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Malas noticias
Jugando en el campo de su abuela, Eva se divertía con su hermana y su prima, como si fuera un sábado cualquiera, corría, reía. Estaba escondida esperando que Lucía la encontrara, y de pronto escuchó un ruido, no sabía al principio que era, pero luego lo reconoció. Y salió corriendo a saludar.
¡Cuando salió del escondrijo, pudo ver, que quien venía era toda la familia! ¡Qué alegría!
Cuando se bajaron de los coches, no daba la impresión de que se alegraran de estar allí. Se sentaron en un banco de piedra, que se encontraba en un rincón del jardín. Llamaron a las niñas, y las sentaron en sus regazos, Eva, la más pequeña quiso sentarse encima de su hermana Lorena.
Algo malo habían hecho, las iban a castigar, a lo mejor se habían enterado que habíamos arrancado unas flores del campo.
- Eva, Lucía, Inma, tenemos algo que deciros- empezó a hablar una de sus tías - Ante todo no os pongáis tristes, todo irá bien. Vuestra mamá, sabíais que estaba malita, ¿verdad?, pues anoche se puso muy muy malita - todos empezaron a llorar, menos ella- y ya no va a sufrir más, se ha ido al cielo-
- ¡¡¡Mentira!!! ¡¡¡Esto no tiene gracia!!! ¡¡¡Ahora va a venir con papá!!! - Empezó a gritar Eva muy furiosa, sin entender nada. - Mirad! veis! ¡Ahí está con papá! -
- Eva, corazón, ¿cómo te voy a engañar? No te preocupes, estaremos bien, ella está bien - sollozaba Lorena, desesperada. La intentó abrazar pero Eva se escapó corriendo al coche de su padre.
Su padre salió del coche, y ella se quedó mirando al coche, - mamá sal, por favor, mamá sal - Pero solo salió su padre y corrió a él a llorar, como nunca antes lo había hecho.
¡Cuando salió del escondrijo, pudo ver, que quien venía era toda la familia! ¡Qué alegría!
Cuando se bajaron de los coches, no daba la impresión de que se alegraran de estar allí. Se sentaron en un banco de piedra, que se encontraba en un rincón del jardín. Llamaron a las niñas, y las sentaron en sus regazos, Eva, la más pequeña quiso sentarse encima de su hermana Lorena.
Algo malo habían hecho, las iban a castigar, a lo mejor se habían enterado que habíamos arrancado unas flores del campo.
- Eva, Lucía, Inma, tenemos algo que deciros- empezó a hablar una de sus tías - Ante todo no os pongáis tristes, todo irá bien. Vuestra mamá, sabíais que estaba malita, ¿verdad?, pues anoche se puso muy muy malita - todos empezaron a llorar, menos ella- y ya no va a sufrir más, se ha ido al cielo-
- ¡¡¡Mentira!!! ¡¡¡Esto no tiene gracia!!! ¡¡¡Ahora va a venir con papá!!! - Empezó a gritar Eva muy furiosa, sin entender nada. - Mirad! veis! ¡Ahí está con papá! -
- Eva, corazón, ¿cómo te voy a engañar? No te preocupes, estaremos bien, ella está bien - sollozaba Lorena, desesperada. La intentó abrazar pero Eva se escapó corriendo al coche de su padre.
Su padre salió del coche, y ella se quedó mirando al coche, - mamá sal, por favor, mamá sal - Pero solo salió su padre y corrió a él a llorar, como nunca antes lo había hecho.
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